Artículo escrito por:
Pedro Luis Merchán Escalante.
Presidente del IUDERP.
Caracas. Venezuela.
e-mail: pedroluismerchan@hotmail.com
El Relacionista nace de la necesidad impuesta por las exigencias de la sociedad actual que se encuentra en un continuo conflicto frente al auge de las ciencias y las técnicas, trayendo consigo problemas de integración social que requieren ser solucionados en la búsqueda de la armonía y la paz, y que son el fundamento del trabajo creador y del desarrollo de la prosperidad en general.
La profesionalización de las Relaciones Públicas ha estado enmarcada dentro del proceso cumplido por otras profesiones hoy reconocidas universalmente. El nacimiento y el desarrollo académico de su enseñanza ha obedecido a imperativos de la sociedad en su constante dinámica tras la búsqueda del bienestar colectivo.
La acción relacionística surge inicialmente en el mundo empresarial, y da cuerpo a un conjunto de fórmulas y procedimientos cuya adaptación y aplicación se convierte en funciones gerenciales, y progresivamente se adentran, con el carácter de acción conductiva, en otras instituciones vinculadas con los quehaceres del hombre.
Con el transcurrir de los años, el Relacionismo va conformando su verdadero perfil profesional fundamentado en los fines últimos del sistema de valores que caracteriza a nuestra sociedad venezolana, y en la medida que su práctica se desarrolla, surge de ella un conjunto de experiencias que, al llevar al campo de la enseñanza académica y sistematizada, se traducen en objetivos, métodos, principios y léxico propio de las Relaciones Públicas, hoy formulados y ordenados metódicamente en un cuerpo de doctrinas que constituyen una rama del saber humano en el cual se sustenta su praxis, y que exige respuestas a niveles filosóficos, teóricos, técnicos y éticos, y entraña en si, una responsabilidad social, lo cual da al Relacionismo su carácter de profesión.
El por qué y para qué del Relacionismo, ¿Qué conocimientos específicos son necesarios para ejercer la profesión?, la necesidad de una metodología y el cómo ha de actuarse para cumplir la función relacionística, lo revela la esencia misma de las Relaciones Públicas, la cual norma su ejercicio, cuyo principio rector es el de adaptarse a los marcos de referencia psico-sociológicos, y a las características y condiciones específicas en donde se ejerza, tomando en cuenta que toda sociedad sostiene, consolida, defiende y transmite una percepción del mundo, la cual se sustenta en una idea preconcebida del hombre y se traduce en un sistema de valores que son la esencia ética, la razón de ser, lo que justifica la estructura social. El Relacionismo obedece a una filosofía, a un modo de ser que busca obtener la integración y cooperación de los que conforman esta estructura social en favor del bien de todos.
Este enfoque, nos muestra al Relacionismo como una filosofía de la conducta, la cual se expresa en políticas que pautan la acción estratégica -operacional de las organizaciones, y que se proyectan a través de normas y pautas de conducta sobre todos los planes estratégicos dirigidos a las relaciones con sus públicos (ya sean internos o externos), planes que han de estar sustentados en la función social que en relación con la comunidad está obligada a cumplir la Organización y que se conoce hoy día como Responsabilidad Social.
De lo señalado anteriormente se desprende que el ejercicio de las Relaciones Públicas requiere conocimientos, métodos y técnicas para la investigación y análisis de las cuestiones fundamentales de carácter sociológico, a fin de manejar e involucrarse de manera directa en los procesos sociales que afecten a las Organizaciones en las que preste sus servicios profesionales, dentro de un marco de ideales de vida con base en las ciencias del comportamiento humano, adecuadas al manejo racionalizado y sistemático de los diversos factores que condicionan el comportamiento y el gerenciar de las entidades, en su carácter de entes que forman parte de la sociedad en que se desarrolla, debemos prestar atención a lo intemporal y a las variables de la dinámica de la vida en sociedad.
Por ello el Relacionismo constituye una filosofía Gerencial dirigida a crear satisfacciones a los públicos de la Organización, así como generar beneficios para todos, entre ellos los económicos; y, con esta finalidad las Relaciones Públicas dirigen la operatividad de las Organizaciones en el entendido, que para que sea próspera debe ser solvente y generar ganancia y que un factor de su solvencia, es la opinión que poseen de ésta los públicos con quien trata, un patrocinio público deriva una correspondiente responsabilidad de servicio y que un beneficio recibido implica correlativamente una responsabilidad social.
Es así que podemos afirmar que el ejercicio del Relacionismo se basa en el interés de la comunidad y del colectivo, lo cual enfatiza su carácter profesional, cuyos actos o hechos relacionales involucran a TODOS y no a una parte, y los efectos de su acción no se limita al ente que la desarrolla, en el entendido que toda la Organización es afectada, positiva o negativamente, según sea su comportamiento y participación directa o indirecta en lo concerniente al vínculo que esta tenga con la comunidad o sociedad en la que se encuentra inserta, de ahí el fin último del Relacionismo: CONTRIBUIR AL BIENESTAR COLECTIVO.
El Relacionismo es, en consecuencia, un proceso de la conducta humana, basado en el análisis de las causas y efectos que expliquen la conducta o comportamiento específico de los individuos y de los grupos, del cual se obtiene el conocimiento que orienta el manejo correcto de los medios de relación y comunicación.
Las Relaciones Públicas constituyen, una técnica de comunicación, como proceso continuo e inevitable, en el que se centra la esencia de las Relaciones Públicas, siendo esta su eje, su centro, su savia y su vida; el acierto en el uso de las técnicas y estrategias Relacionísticas tiene su base en el conocimiento y dominio al momento de hacer uso de forma juiciosa de los medios de comunicación social, a través de las estructuras procesales cuyo enlace y tratamiento específico, conducen al cumplimiento de la función fundamental del acto relacional.
Las Relaciones Públicas son una Profesión con un basamento científico en la que se apoyan su filosofía, su teoría y su técnica exigiendo un elevado nivel ético, para su práctica, que responde a las exigencias sociales las que a su vez han determinado el academicismo y sistematización de su enseñanza, para la realización efectiva de su ejercicio.
Así mismo los diseños curriculares de cualquier rama o disciplina de conocimiento humano, sufren una serie de transformaciones imprescindibles para con ello lograr un asentamiento de relativa fortaleza y permanencia en el tiempo, que cada vez es más corto.
Esas mutaciones o transformaciones, que se encuentran signadas por los cambios estructurales e ideológicos, no se detienen nunca, ya que la validez del saber humano se centra en una constante necesidad de mejorar y en la búsqueda de lo mas novedoso y reciente; por esta razón está el hombre en continua vigilia de la fuente del conocimiento, sobre el conocimiento en si, y sobre las proyecciones y aplicaciones de este.
Todas las ciencias que hoy señalamos como claramente definidas y establecidas en su actividad creativa y en sus praxis, todas las ciencias que hoy señalamos como consagradas y patriarcales, has sufrido largos y continuos procesos de decantación y asentamiento que han ido desde la simplificación del conocimiento empírico hasta la complicación del conocimiento científico propiamente dicho.
Es de hacer notar, que el proceso de transmisión del conocimiento científico acompaña a las ciencias en su proceso de cambio y surge, como ellas, desvalido cuando la mayoría de las veces carece incluso de organización metodológica. A medida que la condición científica se consolida, las estructuras educativas van también definiéndose hasta conformar un factor pedagógico integrado en un contenido un poco mas estable y permanente a nivel básico, pero con un contenido dinámico y cambiante que compadecen a la ciencia y su efectivo progreso con la difusión de su saber y de su conocimiento.
Si ese proceso se llevó y se seguirá llevando a cabo en las llamadas ciencias tradicionales, en las más recientes ciencias y en las nuevas técnicas es mas notoria esta característica de inestabilidad, de ensayo y error en la búsqueda de su estructura docente.
Las Ciencias o las Técnicas de Relaciones Públicas en su condición de contenidos científicos orgánicos, surgen del vientre materno, también nuevo que es la de las Ciencias del Hombre, grupo que diferencia el estudio y evaluación del ser humano en lo que respecta a su comportamiento y conducta, a su condición de ser gregario, bajo una visión económica o incluso política, Este grupo de científicos que se suman al conocimiento universal junto con los de ciencias de la tierra, las ciencias de la salud, la geopolítica y otras tantas áreas del saber.
Por ser tan relativamente nuevas, las Ciencias o Técnicas de la Relación y la Comunicación, no han adquirido ni la estructura y mucho menos el renombre necesario para así lograr el reconocimiento universal que tienen otras disciplinas bastante más antiguas como la Medicina, la física, la matemática, las ciencias políticas entre muchas otras; las de Relación y Comunicación como son las Relaciones Públicas parecen como inestables. Esa desagradable circunstancia trae como consecuencia varias situaciones que afectan su normal desarrollo, su crecimiento organizado y la proyección se seriedad y de respeto que toda ciencia necesita y requiere. Hoy cualquier persona que, por necesidad o afición, incursione en el campo médico, en el ejercicio de la ingeniería, contaduría o abogacía, cae en un acto punible: Ejercicio Ilegal de la Profesión y es señalado como “brujo o curandero”, como “media cuchara” o como “pica pleitos”, pero por encima de todo esto hay leyes que le pueden conducir a estos aficionados a la cárcel.
Con las Relaciones Públicas no sucede lo mismo, hasta hace muy poco e incluso en algunas organizaciones actualmente persiste la creencia que cualquier persona más o menos simpática, capaz de sostener una animada charla, fuerte para consumir una enorme cantidades de “Palitos” y “Pasapalitos”, poseedora de una buena selección de anécdotas políticas o faranduleras y si además posee la cualidad de ser un buen contador de chistes, se tiene como un RELACIONISTA, y como tal, así es tratado, asignándole incluso un cargo.
Si ello ocurre en el campo laboral, en los ambientes académicos hay también un desequilibrio notable, aunque hoy en día a nivel mundial hay una cantidad de universidades e instituciones de educación superior entre ellas aquí en Venezuela encontramos al IUDERP y a LUZ, entre otras, donde se trata de enseñar y de poner en práctica un sistema profesionalmente pedagógico con el fin de transmitir los conocimientos inherentes a la disciplina de las Relaciones Públicas, hay tal anarquía entre los practicantes de la docencia en esta área, que podría afirmar que si bien en estos establecimientos docentes la información es relativamente buena, la deformación del concepto puro e integral de Relacionismo y los niveles y métodos de su enseñanza presentan una situación que la distorsionan.
A mi modo de ver, hay tres grandes corrientes para la ubicación de la Enseñanza de las Relaciones Públicas, la primera de ellas pretende que esta disciplina debe estar bajo el control de las Escuelas de Comunicación Social, bajo el amparo de las facultades de Humanidades. La segunda alega que tales ciencias o técnicas corresponden por muchos de sus contenidos a Escuelas o Facultades de Administración. La tercera y última corriente estima que debe crearse una facultad de Comunicación Social para que en ella puedan convivir las Escuelas de Relaciones Públicas, Periodismo, Publicidad y Propaganda.
En las múltiples Conferencias Interamericanas de Relaciones Públicas, promovidas por la Confederación Interamericana de Relaciones Públicas (CONFIARP), se ha mantenido que la enseñanza de las Relaciones Públicas debe hacerse desde un nivel universitario (Técnico Superior Universitario o Licenciado en Relaciones Públicas) en instituciones educativas dedicadas a la formación de Relacionistas. Ello significa que la enseñanza de las Relaciones Públicas y la formación del Relacionista no deberían de ser consideradas como una simple apéndice o como una “mención” o como una asignatura aislada dentro del pensum de estudio de alguna carrera a fin. Sin embargo se considera como prudente y correcto que las ESCUELAS de Relaciones Públicas se ubiquen en las Facultades de Comunicación Social o de Administración.
Durante todas las Conferencias Interamericanas de Relaciones Públicas, desde la primera celebrada en la cuidad de México en el año 1966 hasta la vigésimo sexta, celebrada el pasado año en la Ciudad de la Plata, Argentina, se ha planteado el tema de la ubicación universitaria de las Relaciones Públicas. Pero aún no se llega a un consenso, pese a ser designada durante la década de los años 70 una comisión de CONFIARP para aclarar el problema de ubicación. Nunca se llego a una decisión.
Cuando analizamos las más autorizadas definiciones de los que son las Relaciones Públicas, la tendencia de ubicar los estudios de Relaciones Públicas dentro de las facultades de humanidades parece debilitarse día a día. El ejercicio organizado del Relacionismo es una función gerencial, que debería de estar situado a los niveles directivos de las Organizaciones, No es una tarea de dependencias, salvo cuando los Directivos de la Organización, poseen un concepto errado de lo que son realmente. A las Relaciones Públicas y el Relacionista les corresponde niveles de alta política empresarial y deben aportar su ayuda y su consejo al desarrollo de la más elevada filosofía de gerencia, en las Juntas o Consejos Directivos, donde se analiza y se planifica el futuro de la organización.
El ejercicio de las Relaciones Públicas y sus técnicas es gerencia y administración ejecutiva, lo que se afirma, por lo menos en el campo teórico como se basa en la siguiente Definición de Relaciones Públicas:
Las Relaciones Públicas son una función de los líderes de una empresa, de un organismo o de una institución, que se manifiesta después de sondear la opinión pública e identificar la política empresarial con el interés público y consciente en efectuar un programa de acción continuo y progresivo dirigidos a ciertos grupos sociales con la finalidad de crear, desarrollar y mantener un buen trato, comprensión y ayuda recíproca.
En el anterior constructo conceptual, podemos encontrar las relaciones fundamentales de la condición gerencial y administrativa que tienen las Relaciones Públicas.
El perfil profesional del Relacionista, se revela al afirmar que constituyen una filosofía de vida, una filosofía gerencial, un proceso de conducta humana y una técnica de comunicación, que producen unas bases filosóficas, sociales y económicas para su ejercicio profesional, sobre las que se levantan su objeto, su método, sus principios y su vocabulario propio, que rigen la acción relacional, sustentada en su trilogía: Comunicación, Organización y Opinión Pública, que norman su ejercicio ético, y el manejo racional del complejo operacional de las Relaciones Públicas, formulados y ordenados en un cuerpo de doctrinas que constituyen una rama del saber del hombre, cuya definición se podría resumir así: LAS RELACIONES PÚBLICAS SON EL ORDENAMIENTO METÓDICO DE UN CONJUNTO DE PRINCIPIOS Y DE PROCEDIMIENTOS PSICO-SOCIOLÓGICOS Y TÉCNICO-GERENCIALES, DIRIGIDOS A INTEGRAR ARMONIOSAMENTE LAS ORGANIZACIONES CON SUS PÚBLICOS, MEDIANTE LA COMUNICACIÓN VERAZ, OBJETIVA Y OPORTUNA, CON EL FIN DE LOGRAR EL BIENESTAR DE LA COLECTIVIDAD.
Es por ello que el diseño Curricular del Instituto Universitario de Relaciones Públicas (IUDERP), el cual esta planteado bajo la figura de prosecución de estudios, contempla un primer nivel para obtener el título de Técnico Superior Universitario en Relaciones Públicas, el cual esta basado en los primeros seis (6) semestres bajo un enfoque netamente Humanístico, tomando al hombre y a la sociedad como base teórica y filosófica para su concepción e internalización de lo que son las Relaciones Públicas. Pero sobre ella, luego se erige los que serían los últimos cuatro (4) semestres, los cuales posen el enfoque gerencial y administrativo que requiere el Licenciado en Relaciones Públicas para su desenvolvimiento en el mercado laboral Organizacional.
Ahora el IUDERP, comienza un nuevo camino, y es la búsqueda de elevar la profesionalización de las Relaciones Públicas a través de estudios de Cuarto Nivel. Estos estudios de Postgrado le brindarán al participante la especialización requerida en el área de las Relaciones Públicas, y así este instituto universitario continuará siendo el pionero y principal promotora en el campo educativo del Relacionismo en Venezuela y gran parte de Latinoamérica y el Caribe.
